viernes, 12 de noviembre de 2010

La vida continúa II

Corrí a mi cuarto... Me sentía usado... Fue lo mismo que sentiría un pequeño al recibir un caramelo, muy alegre, y cuando está a punto de comérselo, con una gran sonrisa, se lo sacan de la boca y entonces la sonrisa desaparece; lo tiran al suelo, le hechan tierra, lo pisan fuerte y para colmo se ríen en su cara; el niño rompe en llanto. Tal vez exagero, pero no. No exagero, eso sentí.

Oí los pasos de mi madre detrás de mi, pero al llegar a mi habitación cerré la puerta muy fuerte y con llave.

- Mi amor abre la puerta...
- Hijo por favor... Quisiera que habláramos...
- André no te comportes así, tu padre recien ha llegado
- No María déjalo. Hablaré con él después...

Se alejaron de mi puerta y entonces yo de rabia tomé la carta que me envió y la arrugué, la rompí, la mordí, la pisé, la arrojé al inodoro y tiré la cadena.
Sentía murria.
Entre triste e iracundo caminé por todo mi cuarto. Llorando de cólera y de dolor. No era suficiente haberme dejado una vez cómo para tener que hacerlo dos veces? Es que acaso el daño que causó antes no fue único y tenía que repetirlo?
Mi mundo dejó de ser el mismo cuando lo dejó todo para darme algo mejor. Me volví frío e insensible tan pequeño, mi mundo cambió... No a blanco y negro, sino a color negro total. Mi madre lo dió todo por mi y por eso la amo pero ahora? Por qué mierda tenía que regresar si se iba a volver a ir?! Pasar por un aeropuerto y decir adiós es lo más terrible que hay, pero es peor aún si tu madre sufre cada instante por la ausencia de él. Maldita sea! Tenía que hacer toooodooo esto de nuevo ?! Mi pregunta era... Por qué!!

Abrí las ventanas. Había mucho resplandor. Me quité el polo y me recosté en el suelo. Muchas veces la sensación de calor intenso me había adormecido tanto que lograba dormir e irme a mi universo paralelo, eso lo descubrí a los 8 años al regresar del aeropuerto, cuando preso del dolor me senté a los pies de la ventana y miré el cielo hasta quedarme dormido con el calor.

Empecé a tener sueños confusos pero con enseñanzas. Yo no debía comportarme de esa manera, por más que me sentía traicionado, estaba equivocado y debía centrarme en pasar tiempo con ambos después de tanto tiempo. Debía aprovechar cada momento al máximo ya que se iría en cualquier momento. Yo no estaba listo. Quería a mi padre conmigo, en cada actuación, en cada premiación, en mis partidos de futbol, en mis grandes azañas y mis peores caídas. Yo no quería que se fuera. Cambié tanto con su partida, pero cuando regresó me hice muy frágil y definitivamente odié eso. No estaba listo, pero la vida jode y hay que aceptar todo como venga.

Me senté en el piso, ya era tarde. No había desayunado ni almorzado. Me sentí culpable por haber desperdiciado un desayuno perfecto...
Salí y los busqué por toda la casa... No estaban.
Busqué algo en la refrigeradora. Tomé un yogurt y unas frutas que encontré en la alacena.
Caminé hacia la sala y prendí la televisión. Nada bueno.
Por suerte, apenas apagué el televisor escuché unas llaves.

- Crees que ya se halla levantado?
- Seguramente, amor.

...

- Siento lo de hace rato...
- Olvidémoslo Campeón. Es hora de pasarla bien.

Asunto olvidado y pasé los mejores 14 días de mi vida.

Llegó el día 15 y era hora de decir adiós.

Mi rebeldía regresó. Con 10 años mi temperamento y caracter eran muy fuertes y cambiantes.
No salí de mi cuarto más que para desayunar luego me quedé encerrado. Quería que se fuera rápido y sin traumas. Ya no más. Era dificil tener que dejar las mejores dos semanas del mundo en tan solo recuerdos y fotografías, era dificil saber que, como un fantasma, desaparecería.
Me sentía mal, nuevamente culpable porque todo lo hacía por mi. Esas palabras marcaron mucho en mí. No sabía si sentirme especial y afortunado o muy culpable. Era tan confuso... Hasta que llegó la hora.

- André, vamos a ir al aeropuerto ya. Vamos.
- No ma. Me quedo.
- André por favor, no seas malcriado. Al menos ven y despídete de tu padre - Susurró.

Un nudo en la garganta me impidió responder. La palabra "despídete" me causó un temblor interno que no pude controlar.
Busqué mis zapatillas, me las puse y antes de que salieran; ya que pensaban que no me despediría, los alcancé. Abracé a mi padre y le dije que lo acompañaría.

Ya en el aeropuerto, prefiero no recordarlo...
Despedidas, lágrimas... Fue terrible.

Mamá insistía en ir a ver el despegue del avión y yo no quería me sentía ya demasiado triste, molesto y etc. como para ver otra vez el despegar de un avión. Sentimientos encontrados. Pero mamá insistía y al ver su rostro cubierto de lágrimas decidí dejar de hacer tanto lío e ir con ella.

Ese momento... Sólo recuerdo que el avión despegó y luego vimos fuego, hubo un ruido fuerte y ya no sé más... y prefiero no saber.

No recuerdo nada, solo sé que él murió. No recuerdo qué pasó después del ruido, tan solo recuerdo ruidos de gritos, alertas, gente gritar, mamá llorar pero yo, yo no sé que hice en ese momento ni tampoco después.

El funeral tampoco lo recuerdo.
Creo que mi cerebro intentando evitarme sufrimientos borró todos esos recuerdos de mi mente y le doy las gracias porque aún no los he superado, ni superaré.

Con 17 años, cada noche sigo recordando apenado los momentos que por resentido no pasé con él.
Hoy leí una frase que decía " el amor verdadero no priva del futuro por quedarse en el pasado" y tiene mucha razón. Creo que es momento de dejar que mi madre pueda disfrutar de la vida otra vez. Él ya no está aquí y merece otra oportunidad con la vida...

Quisiera regresar el tiempo, pero ya no se puede... Creo que son estas cosas las que te hacen madurar. Quisiera volver a tenerlo conmigo para poder jugar, reirnos y ahora que ya estoy grande, ver chicas y conversar de mucho; pero ya no se puede.

Me gustaría poder ser pequeño otra vez pero no se pueda retroceder el tiempo...

Si tú tienes un padre, aprovéchalo porque con defectos o sin defectos;  locos, raros, estúpidos, pendejos, atorrantes, estrictos, sufridos, renegones, etc. Son personas que nos dieron la vida y que nos aman sin importar que tan bien o tan mal nos portemos. Si tienes un padre, no desperdicies el tiempo. Utilizalo al máximo porque a veces con berrinches, rabietas o cualquier otra cosa, estamos dejando de lado momentos muy importantes y cuando los querramos de vuelta... Será demasiado tarde.



Pd. Siento no haber escrito como se debe, tenía tan dolo 30 min para terminar la entrada así que.. bueno, ya publicaré algo mejor después (:


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