jueves, 9 de septiembre de 2010

Jags >> Abrazoz (:

Muchas veces, en la oscuridad y en el misterio de la noche, me pregunto si estará bien pensar en ti.
La melancolía nacía en mi al ver que estabas conmigo... pero tan solo en fotos; por eso las eliminé, quemé tus cartas con odio, porque por cada momento bueno, mil malos estaban detras y me aburrí. Me aburrí de sufrir, de llorar, de sentirme mal mientras tu estabas bien (aparentemente bien). Porque no te importo, acéptalo! o mejor no lo aceptes, porque dejaría de vivir en mi mentira fantasiosa donde el rayo de esperanza que tengo me dice que todo lo estoy confundiendo y que en realidad te importo, y que en realidad me amas.


Recordarte no tiene sentido, pero aún así lo hago. Por qué? No sé. O tal vez sí sé.
Tantas ideas rondan por mi cabeza, tantos recuerdos, te extraño demasiado.
No sabes cómo deseo volver a ese pasado lleno de sonrisas, antes de un primer problema que empezó a deteriorar todo, toda nuestra relación.
Cantabamos por teléfono, hablabamos horas de horas, incluso si querías ir al baño me pedías que no colgara porque te encantaba hablar conmigo. Gracias Claro, por tus pomociones, son geniales.
Tantas salidas, gratos momentos que prefiero olvidar, pero amo recordar; aunque duele, sí. Duele.
Pero qué hago? No hay quien pueda decirme qué es y qué no es.
Todo terminó. No me hablabas, parecías estar bien con tus "amistades" y me dejaste de lado.
El último problema que tuvimos me afectó más a mi que a ti. No sabes cuanto lloré, cuanto te odié, cuanto me arrepentí de odiarte porque las malas lenguas lo hicieron llegar a tus oídos y, me eliminaste de tu vida.
Encontré a personas maravillosas en mi camino, pero nadie igual a ti.
Por más lágrimas que derramé, cada alegría que viví contigo era capaz de irradiar luz a cada rincón oscuro en mi corazón. Contigo fui feliz, muy feliz.

Pero, el daño que causaste, me volvió fría, insegura y me encerré en mi mundo. Mundo del cual me atreví a salir gracias al afecto de alguien muy especial, lamentablemente ese alguien se va. Y tengo miedo, miedo de depender de ti para ser feliz otra vez...
Tengo miedo de salir lastimada nuevamente, que por tu culpa vuelva a caer y que esta vez, no haya nadie quien tienda su mano y me ayude a levantar.
Tengo miedo, miedo de ti. Pero, al mismo tiempo, solo te quiero a ti.

Hoy, decidí abandonarte, dejarte atrás, olvidarte aunque me duela, porque después de meditarlo tantas veces, he llegado a la conclusión de que tan solo me usas. Sí, me usas. O no me usas? O estas actuando con sinceridad? Ahora, que estás mal, te acercas a mi.
Estoy harta de que seas tan dulce conmigo, que me mires, que me pongas siempre en duda, que con una sonrisa hagas bailar mi corazón por más que mi cerebro te miré con repulsión.
Me jode muchísimo el no saber qué está pasando por tu cabeza, por tu corazón.
Pero qué puedo hacer?
Michelle me dijo que fuera sincera, y que tú tambien lo serías; que tú en realidad si me querías... Pero, es que ya no se qué creer!!

Muero de desesperación, pero hoy he decidido dejarte atras. Iré a dormir. Pero sé que al despertar el día de mañana, te volveré a querer, a extrañar y a amar como ayer. Y este día, se borrará de mi mente... Se borrará como todos los anteriores en los que he decidido lo mismo.

Quisiera arreglarlo todo contigo... Será posible?

Si tan solo me dijeras que sientes... Te aseguro vida, que todo sería diferente. <3

jueves, 2 de septiembre de 2010

Miré al cielo y sonreí I


No habían personas.
La brisa del mar acariciaba dulcemente mi cuerpo desnudo.
El vaivén incesante de las olas recreaba una melodía perfecta, melodía que, me ayudaba a pensar.
Los colores contrastaban perfecto con mi pálida piel y... No. No era cierto. Yo no estaba allí.


Atrapada en la rutina, desperté otra vez.
Desperté de los recuerdos de un pasado muy lejano, que no podía ser medido en años.
Era el tiempo espiritual, tangible sólo para agentes de la ...

Cómo decía, desperté.
Me alisté rápidamente, tenía clase de bioquímica a las 10 y no podía permitirme llegar tarde.
Desayunar, sólo sería una pérdida de tiempo. En mi mochila tenía un cereal bar y una botella de litro, de yogurt de lúcuma. Estaría bien.

Corrí al paradero, tomé el autobús, me coloqué los audífonos, le di play al reproductor y me dispuse a dormir.

♪ 'Cause we lost it all, nothing last forever, I'm sorry I can't be Perfect... Now it's just too late, and we can't go back, I'm sorry I can't be perfect ♫

Con los ojos cerrados, mi cerebro se inundaba de pensamientos... Perfección? Qué es? Quién es? ... Divagué de idea en idea hasta concluir en que la perfección y la imperfección van de la mano, juntas, en un circulo vicioso. No hay mayor belleza que la de un ser que dentro de un ambiente ecuánime, levanta la voz, va contra corriente luchando por sus creencias, saltando instrucciones que el sistema ordena. Provocaría caos, tal vez. Sería malo e imperfecto a los ojos de muchos sí. Pero no, quien sea capaz de ser sí sismo y romper con la ley del orden, por algo mejor, es perfecto, aunque imperfecto. Porque la perfección sólo la posee Dios.

Como un Yin y un Yang. Qué sabríamos nosotros de perfección si no existiera la imperfección?
En fin, mis ideas no eran claras... o sí lo eran?

Hace muchos años...

- Eres terriblemente rara Berenice!
- Lo normal aburre no? ;)

Y tenía razón.
Lo normal aburre, la rutina aburre, incluso tanto, que podría llegar a hacernos pensar que la vida aburre, sin embargo, la vida es bella si logramos saborear lo dulce y lo amargo de cada etapa, y rescatar lo más excitante, el boom de las sensaciones. No quedarnos sentados viendo como corre el tiempo, como vienen y se van personas de nuestras vidas, cayendo en penas y jamás salir de ellas.

Leí en Facebook, " Llora un río, construye un puente y crúzalo ".
Qué frase para perfecta!
Los dolores del pasado en el pasado están, y no se puede hacer nada para cambiarlos, ni con una máquina del tiempo. Pero sí podemos construirnos un futuro.
Se sufre en la vida, se goza, se ríe, se llora. Pero todo es magnífico así.

Ese día, en aquel bus, yo desperté.
Me harté de la rutina. Faltaría a clase, me tomaría un día y sería feliz.

Abrí los ojos y por la ventana divisé a un niño que; triste, con una bolsa de chocmans, caminaba lentamente, con la mirada perdida en un punto más abajo del suelo.

No lo dudé.
- Bajo en la siguiente esquina.

Me dirigía hacia él, no sabía exactamente lo que le diría pero, algo era claro, le daría un día feliz.
 Hey ! niño !Giró hacia mi y, wao! qué sorpresa... Bellísimos ojos azules atrapados en un rostro de sufrimiento y decepción.

Su mirada me consumió igual que el fuego al papel. Me emocioné y me entristecí.
Por un lado, el color azul causa en mí un impacto único, por otro, esos ojitos me trasmitieron todo lo que aquel pequeño había pasado. Sin embargo, pese a ello, despertó mucha curiosidad en mi.

- Hola bebé, cómo te llamas ? qué edad tienes? - Le entablé conversación, ansiosa.
- No sé... no sé... Compras un chocolate?
- Espera, tus padres?
- No sé... - y puso una carita que fue capás de hacerme botar una lágrima.
- Podría hablar contigo? Te invito un yogurt.

Me miró dulcemente, no había rastro de desconfianza.
Caminamos.Le pregunté por él, el niño no sabía nada. No tenía ningún conocido, sus chocolates eran robados, comía cuando le daban algo o cuando robaba algo, dormía en parques, estaba perdido. No recordaba nada de sus padres, una señora lo cuidó de pequeño, intuyo que hasta los 3 o 4 años, pero después murió, desde entonces deambuló por las calles. Se topó con un hombre al que, como él explicó, "lo llenaba de satisfacción" mientras él sufría mucho, sin embargo, no se quejaba porque le daba alimento. Un día este desgraciado, le dio droga usándola de escusa para que disfrutara igual que él aquellos momentos donde, "lo llenaba de satisfacción . El pequeño, recuerda ese momento, la inhaló, el hombre empezó a desnudarse, a tocarlo y besarlo. El pequeño temblaba pero poco a poco se sintió mareado, algo adormecido y luego, apareció en una plaza llena de gente con un gran dolor, un dolor mucho peor que los anteriores. Desde entonces caminó, robó, subió a carros, robó, siguió caminando y después de años, lo encontré; cómo si fuese alguien a quien siempre busqué.
Su historia era tan trágica. Estaba tan solo, mis lágrimas de rabia y asco al mundo no se detenían. Él se dio cuenta.

Me abrazó.

En vez de ser yo quien le diese consuelo, él me lo daba a mi.

- Pequeño, quieres venir conmigo? - emití muy convencida, con una mirada suplicante, con rastros aún de tristeza.
- A dónde?
- A mi casa, vivo con 4 personas que considero hermanos, y una chica nos hace la limpieza y cocina; también vive con nosotros. Ah! y tiene una pequeña como de 7 u 8 años, creo que es una edad contigo... Podrían ser amigos.
- Amigos... - Dijo, mientras sus preciosos ojos esbozaban admiración y una sonrisita se dibujaba en su rostro - y tu mami?
- Está muy lejos, trabajando, al igual que mi papá. España. Te suena?
- No... pero quiero ir contigo Luna!
- Me encanta el que me respondieras un sí, tienes algo especial, algo que... espera, por qué me dijiste Luna?
- Tienes una, colgada en tu cuello.
- Cierto. Seré Luna solo para ti. Pero tu quién serás?
- Una vez soné con una chica, muy grande como tú y me llamaba Enmanuel.
- Es un bello nombre, quieres llamarte así?
- Seré Manuel.

Manuel y yo caminábamos, lo sentía tan íntimo, sólo habían pasado pocas horas de conocernos y sentía que lo quería, él era especial. Ambos lo sabíamos.

Le conté algo de mi vida y de cómo sería la nuestra; y también, cómo por una canción pasó todo.

Llegamos a casa, solo estaban Leonardo y Daniela, revisando sus planos de arquitectura.

Se los presenté. Les encantó la idea de tener a un pequeño en la casa. A ninguno nos faltaba el dinero, y entre todos intentaríamos darle una vida buena.

Ese día fue muy especial, salí del curso que ya me había trazado. Salí de la monotonía y, quién pensaría que faltando a clases encontraría a un pequeño que definitivamente cambiaría mi vida.

Cochinito, caminando solo por las calles con una mirada triste y perdida avanzaba. Estoy segura de que todo el universo conspiró para que en ese momento, yo abriera los ojos y lo viera.

No confío en el destino. Confío en mi, en mi corazón y en mi razón y aunque la mayor parte del tiempo estas dos ultimas se contradigan, ese día todo estuvo en armonía.
Sabía que me enfrentaría a mucho pero, lo bello de la vida es la montaña rusa de emociones que tarde o temprano debemos vivir.
" Lo normal aburre no? ;) "

Ese día, decidí sacar un boleto y subir.
Pero lo mejor era que no estaba sola, tenía a Manuel.